En Canadá no pasa nada!

De pasar de vivir a mil por hora en Colombia a sentirse como en camara lenta en London, Ontario. Descubre la historia de uno de nuestros estudiantes y casos de éxito en Canadá, Diego Tamayo junto con Juli Estrada nos cuentan desde su particular punto de vista la experiencia de vivir en este hermoso país.

Por  Diego Tamayo

Por lo general en nuestros países vivimos a las carreras, entre el trafico, la inseguridad, las ciudades congestionadas, las vueltas que hay que hacer, notarias, bancos, pagos, filas y el vigilante que te dice “no le puedo colaborar”. El pulso se acelera y nuestra vida diaria se convierte en eso, una carrera por alcanzar pequeñas metas y terminar el día diciendo ¡lo logre! Entonces, nos disponemos a dormir para estar listos para el siguiente día y así luchar otras batallas. De repente, los vecinos tienen rumba y no me invitaron. No duermen ni me dejan dormir, terminas durmiéndote a la madrugada y te levantas con el cansancio de la mala noche, pero no importa hay que seguir, hay que trabajar o estudiar y salir adelante!

Esa podría ser una exageración o la cotidianidad de la vida en nuestro país. De todas formas, allí nací y me crie y de alguna manera me acostumbré. Todo esto no significa que no ame a mi país, ni mi origen.

Aun amando a mi país, decidí emigrar dejando atrás la familia, el tamal con chocolate del domingo, los pandeyucas de la esquina y todo lo que me encanta comer. Llegué a Canadá, donde todos me advirtieron no ir porque me iba a congelar y porque tendría que comer cosas sin sabor o por lo menos sin el sabor de mi tierra querida.

Juli Estrada

Como vengo con mi ritmo interno acelerado, empiezo a ver que aquí todo va en cámara lenta, la gente no esta de rumba todos los fines de semana. Las rumbas se convirtieron en asados de fin de semana y una que otra noche con los amigos, pero sin molestar a nadie. También tengo que abrigarme para pasar este invierno, el frio es muy frio, pero no imposible. Acá desde el aeropuerto los oficiales de inmigración me tratan con amabilidad.

En la calle la gente me saluda y sonríe. Los vecinos se preocupan por mí y por mi familia, hago amigos rápidamente y todo se sigue moviendo en cámara lenta. Entonces me siento raro y me pregunto, esta gente no esta acelerada, ¿estarán locos?

La vida se les va pasando y ellos ni se preocupan y yo acostumbrado a preocuparme por todo. DEJAN LAS PUERTAS DE LAS CASAS ABIERTAS! Y no pasa nada, dejan el carro abierto y no pasa nada, dejan las cosas valiosas dentro del carro y no pasa nada, y yo sigo saliendo de mi casa y echando doble llave a la puerta y revisando las ventanas, porque aun no soy consiente que aquí no pasa nada, hasta que poco a poco empiezo a vivir al estilo Canadá y me doy cuenta que si pasa algo!

Que la vida si se puede vivir con mas tranquilidad, que me siento seguro, que la gente me respeta por ser extranjero y me acogen con cariño, que hay oportunidades de hacer cosas, que puedo salir a parques y lugares hermosos tomando fotos con mi celular y que nadie me lo va a rapar, que hay otra forma de vivir en calma, que puedo hacer cosas para mi, que tengo tiempo de divertirme y de trabajar y que no necesito ser millonario para pasarla bien, ahora que bueno ser millonario aquí y ¿porque no?

Acá sí se puede hacer empresa y el gobierno me apoya, sí se puede trabajar y recibir un sueldo decente.

Así que ya me siento de aquí, ya empiezo a actuar a lo Cana-doo, veo el mundo desde otra perspectiva, si es posible emigrar a otro país y sentirme bien, valorado, apreciado, entonces me pregunto, porque no lo hice antes, porque me demore tanto en llegar aquí y al mismo tiempo me respondo, no importa ya estas aquí. Así como lo hizo mi sobrino, su esposa y sus hijitos, así como lo hicieron otros amigos que llegaron antes, así como lo están haciendo cientos de personas que no conozco pero que por ser colombianos, alguien me cuenta su historia.

Diego Tamayo

Ahora quiero contarle a todos mis otros amigos que aun están en Colombia lo bueno que es salir del país, lo bueno que es perder el miedo a cambiar, lo bueno que es ampliar tus horizontes!

Amo mi país, pero también me amo a mi mismo y por eso decido cambiar mis condiciones, las que sean, cambiar es el objetivo, conocer y experimentar es la meta!

Ya pasó el frio. Estoy escribiendo esto en primavera, en el patio de mi casa, rodeado de flores de felicidad, probando nuevos sabores, sintiendo nuevos olores y de ves en cuando comiendo cosas de mi tierra, que increíblemente aquí también hay, porque muchos compatriotas que llegaron antes que yo, tienen sus tiendas, cafeterías restaurantes y hasta supermercados con todo lo rico de mi país!

¿Así que porque no intentas venir a estudiar aquí? y ¿por qué te digo estudiar? Porque para mi familia y para mi fue el mejor camino para estar aquí!

Ahí es cuando entra en escena Edooconnect la maravillosa Yoma y el gentil Javier, ellos y su equipo han hecho que toda mi vida funcione en Canadá, que a pesar de no saber inicialmente como moverme, ellos me guiaron, me aconsejaron me mostraron que se puede.

Por ahora me despido y espero seguir hablándoles de este bello país y de lo que te espera si quieres venir aquí.

Juli Estrada
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